Con amabilidad y un poco de ayuda, podemos fomentar
conexiones más estrechas con nuestro prójimo.
Al interactuar con el prójimo de diversos orígenes, aprendemos a entender y
respetar las diferencias de los demás, y practicamos el amor más allá de las fronteras y culturas.
Para crear un mundo mejor, apoyamos al prójimo desfavorecido y
difundimos un cálido consuelo y amor a las personas de todo el mundo.